Tener un toldo en el hogar o en tu negocio aporta muchas ventajas, sobre todo en verano cuando el sol puede ser muy molesto. Pero claro, un toldo requiere mantenimiento para que nos dure mucho tiempo. Los efectos ambientales y climatológicos pueden hacer que se estropee y haya que sustituirlo o repararlo antes de lo que esperábamos. Por ello desde Lamitek queremos enseñarte a como hacerlo.
Por eso surgen dudas al respecto: ¿cómo cuidar los toldos en invierno?, ¿cómo evitar que se deterioren y se puedan usar en la siguiente temporada sin ningún desperfecto? Veamos algunos consejos prácticos para prevenir el deterioro de nuestro toldo
Causas del deterioro en los toldos
En invierno, aunque no usemos diariamente los toldos, estos pueden sufrir las inclemencias del invierno y llegar a perjudicarlos mucho. Tanto la lluvia como el frío y la nieve causan roturas en la tela o en la estructura, por culpa del peso de la nieve, el granizo o el agua.
Incluso, el agua acumulada puede causar óxido en algunas partes de la estructura del toldo y si no nos damos cuenta hasta que llega el verano, es posible que el problema no tenga una solución fácil. Lo ideal en todos los casos es llevar un minucioso mantenimiento del toldo durante todo el invierno.
Consejos para mantener el toldo en buenas condiciones
Cuando pasa el verano, se cierran las terrazas y dejamos de pasar tanto tiempo al aire libre, los toldos se recogen y dejan de usarse prácticamente nada. Pero debemos tener unas consideraciones previas antes de recogerlo.
Asegúrate de que esté completamente seco y limpio antes de enrollarlo. Si no lo revisas y recoges el toldo mojado, puede generar humedad y moho, llegando a estropear estética y estructuralmente la tela del toldo. Y si está sucio, tal vez cuando vuelva a abrirlo sea muy difícil de limpiar y te quedará un toldo sucio para siempre, dando una mala imagen a clientes y a cualquiera que lo use.
Durante los meses de invierno quizás tengas que usar el toldo. Por ello, te aconsejamos en esta época del año no dejarlo abierto si no se está usando. Puede ser que llueva, haga viento fuerte o nieve cuando no te des cuenta y causar destrozos irreparables. La limpieza debe ser muy regular debido a que hay más factores externos que pueden ensuciar nuestro toldo.
Una vez pase el invierno, tienes que volver a revisar el estado del toldo antes de usarlo. Comprobar la tela, que no haya óxido en los metales y que no le falte grasa a los mecanismos.